Mitos: El Operador de PC en el curso de computación
Las computadoras, junto a teléfonos móviles y otros, comenzaron a comercializarse desde hace 30 años a un ritmo que se ha acelerado exponencialmente. Con el acceso a internet y propuestas como Wikipedia (2001) Facebook (2004) y youtube (2005) aprender a usar estos nuevos dispositivos se volvió una tendencia.
El mercado educativo tradicional ideó entonces una oferta de soluciones como:
- Operador de PC
- Técnico de Computación/informática
- Diseñador Web
- Community Manager
Las mismas postulan responder a los requisitos que el mercado laboral impone y anticiparse a los desafíos de una “nueva” era.
La base común del mito
El operador, el técnico, el diseñador y el manager responden a una concepción común: un trabajador especializado con un conocimiento puntual queda habilitado a realizar una tarea específica. Como si se tratara de casilleros en un tablero, cada producto -digase capacitación- habilita saberes puntuales limitados y expide un certificado de poco/nulo peso académico formal al finalizarla.
En caso de desear continuar con la formación, los saberes se secuencian numéricamente (nivel 1, 2, 3) o por complejidad (inicial, intermedio, avanzado).
En este tipo de capacitaciones:
- La misión es convencer al estudiante de la importancia de realizar más capacitaciones.
- El establecimiento educativo esta pensado como industria o negocio.
- El estudiante esta pensado como cliente.
- La educación esta pensada como producto.
El Resultado
La propuesta falla cuando un usuario enfrenta situaciones concretas donde su formación no le es útil. Por ejemplo:
- Mariana no logra desinfectar el equipo de su pareja a pesar de ser operadora de pc avanzada.
- Un postulante a un puesto administrativo no consigue imitar el diseño atractivo de otro curriculum, a pesar de haber realizado el curso de ofimática Nivel II, Microsoft Word.
- Una joven que no encuentra la forma de pasar los contactos de su antiguo teléfono a su nuevo smartphone, aún a pesar de haber leido acerca de symbian, android y iOS en su curso de computación año 2020.
- Un hombre que se siente desconcertado cuando tiene que compartir el acceso a la planilla de balances en su trabajo, pese a haberse graduado como destacado del curso nivel III de informática.
Es decir, las dificultades están fuera del espacio físico del curso. Aparecen cuando nos enfrentamos a necesidades y contextos reales que exceden la simplicidad de la lista de contenidos que habiamos cursado.
La Falsa Premisa
La idea de que “realizar cursos donde aprenderemos todo lo necesario para un determinado dispositivo, software o tecnología” es falsa cuando la formación consiste en escuchar clases expositivas, memorizar conceptos y realizar ejercicios de multiple choice. Esta misma premisa falla aqui por los mismos motivos que puede acertar en un curso de manipulación de alimentos o de educación vial.
Aprender a vivir y trabajar en una realidad donde lo digital es omnipresente requiere una formación diferente. Aprender a usar dispositivos con software implica un grado de complejidad mayor, similar a lo ue sucede al aprender una lengua extranjera. No se trata de repetición y memorización, necesitamos desarrollar habilidades específicas y, por sobretodo, generar un mínimo nivel de autonomía que nos permita descubrir como resolver cada problema que surga.
Un operador realiza actividades predecibles, como los operarios de maquinaria de corte en una fábrica textil, o el conductor de un montacarga en un depósito.
Puntos flojos de un diseño comercial
Al diseñar este tipo de cursos se tienen presentes aspectos ideales, siempre desde la óptica de la comercialización y la logística.
Los contenidos son cuantitativos y solo requieren instructores que respeten obedientemente las rígidas unidades de cada curso. Por ejemplo, si la matrícula de un curso se reduce demasiado, no habrá mayores problemas para fusionarlo con otro.
Si un instructor renuncia, para reemplazarlo alcanzará con indicarle al nuevo instructor en qué punto del plan debe continuar.
El énfasis esta en los materiales, la estructura y el modelo de negocio; no en la acción, el contenido, ni en el aprendizaje del estudiante.
En esta fotografía, usada para la promoción de un curso de computación, podemos ver a una muchacha sonriente en un vacio blanco con una computadora apagada delante suyo. La idea del operador se asocia con una realidad artificial fabricada con el fin de atraer clientes maximizando el uso de recursos, todo en pos de un mejor márgen de rentabilidad.
Existe una alternativa a los cursos de computación / informática
Formación -no instrucción- en el campo de la alfabetización digital, contemplando la singularidad de cada grupo y cada persona, estableciendo metas flexibles y haciendo todo en pos de estimular el aprendizaje autónomo de cada usuario/estudiante.
Un educador deberá:
- Orientar el trabajo a la realidad de cada estudiante
- Balancear tiempos y rendimientos
- Rescatar todo saber, facultad y experiencia previa para capitalizarla al abordar contenidos
- Conocer las realidad individuales para combatir temores y prejuicios que puedan obstaculizar el aprendizaje.
- Actualizar permanentemente la currícula de cada instancia de formación
- Trabajar con metas significativas que beneficien a cada estudiante más allá de la mera formación educativa.
